De las hummers.

Cuando era niña y veía a Fidel Velázquez en la TV, no comprendía que decía y mi papá me explicó que era un señor que dirigía a mucha gente y cuidaba de que no abusaran de ellos en el trabajo. Sonaba como una noble labor.

A lo largo de mi vida, he escuchado mil cosas de los sindicatos, que si los sindicalizados sólo hacen lo que dice en su descripción de puesto, que si a la hora de la salida salen corriendo y nunca están dispuestos a hacer un esfuerzo extra en beneficio de la organización para la que trabajan. He escuchado también que los sindicatos en México están pervertidos y que no se parecen a los que existen en otros países.

Este año me tocó conoce a un líder sindical en un estado en Reino Unido quién estaba resentido todavía con la dama de hierro por lo que les hizo a varios sindicatos cuando se preparó para que cuando los líderes sindicales acordaran irse a paro indefinido ya estuvieran listos miles de trabajadores no sindicalizados a tomar los lugares de aquellos que habían preferido irse. Pero escuche de esa misma persona que hay total transparencia en cuanto a los recursos que maneja el sindicato y sus políticas porque al final su trabajo le impacta positiva o negativamente a la competitividad de su país.

México ha cambiado, cuando era niña la prensa no publicaba los regalos que Fidel hacía a sus líderes. Hoy, la prensa saca a ocho columnas la nota de las Hummers regaladas. Que asco. ¿En que cabeza cabe hacer eso en un país como el nuestro? Normalmente uno esta a favor de la paz y el orden, pero en este caso ya basta de soportar estas bofetadas de corporativismo, cinismo e impunidad. ¿Rifas? Por favor, ¿A quién quieren engañar?

Espero que el país siga avanzando y si es que todavía nos toca ver eso en prensa, el siguiente acontecimiento sea un castigo para quien abusa de su posición.