30.4.09

El bicho de los puercos

Llego al súper a hacer una mini compra de pánico. Lo aceptó. Sólo fui a comprar carnes para congelar (pollo, pescado y carner de res) y con eso evitar tener que regresar el supermercado varias veces. A diferencia del lunes pasado, no había filas inmensas de gente comprando papel de baño, agua y atún. De hecho la gente está menos eufórica pero más asustada. Todos se ven serios. Al llegar a la entrada, me recibe un empleado que sirve de aduana. No te deja entrar si no aceptas que te desinfecte las manos con alcohol. Un señor se rehusó y no lo dejaron entrar. Me pregunto si habrán desinfectado los carritos porque cuando tomo el mío se siente terroso. La sección de frutas y verduras se ve más surtida que la vez pasada. Por lo menos esta vez si hay naranjas. Ahora la gente no sólo trae puesto un tabapocas, también hay algunos con guantes de látex y lentes obscuros. Todas las precauciones parecen pocas. Me detengo en la farmacia para aprovechar el viaje y comprar algunas medicinas. Mientras espero a que me atiendan, se acercan a preguntarle a la señorita por lo menos 5 personas en dos minutos, si hay alcohol en gel y si hay tapabocas. La respuesta es negativa. Agotadísimos desde no sé cuando. Yo no tengo tapabocas y he de reconocer que me siento algo insegura, vulnerable. Pero las medidas preventivas ya están dadas, lávate las manos, cúbrete si estornudas y evita tocarte boca, ojos y nariz. Tranquiliza saber por lo menos que el famoso virus no tiene patitas, ni alitas para atacarte. Finalmente, ya hay medicinas que te ayudan a salir del asunto en caso de que te llegue a dar. Me parece que en esta gran metrópolis, el bicho tiene un gran potencial para agasajarse ya que somos demasiados, depende de nuestra rápida reacción evitarlo.

No comments: